LLEI D'ART 11
El barcelonés Jaume Plensa, uno de las artistas públicos más reconocidos internacionalmente, fue en 2013 galardonado con el Premio Velázquez que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, como reconocimiento, según propias palabras del jurado, a la coherencia de una trayectoria y la renovación del lenguaje plástico de una escultura impregnada de poesía y, por consiguiente, de una gran intensidad estética. Previamente había sido reconocido con el Premio Nacional de Arte Gráfico 2013 y el Premio Nacional de las Artes Plásticas (Madrid 2012). Tres galardones institucionales en tan sólo un año para un artista cuya obra ha crecido espléndidamente fuera de nuestras fronteras. Ahora se reconoce su aportación, y ello me alegra. Plensa es un hombre de principios, sencillo y afable que tiene claros sus intereses. Su obra es delicada, de sutil lenguaje, muy lírica. Reconoce en algún momento haber desatendido su país, yendo en busca de otros escenarios, pero en realidad considero que es su país quien le ha desatendido a él, cosa por otra parte bastante frecuente en esta tierra de panderetas e indocumentados en el que más atención atrae la sandez o la bobada que la bizarría o el arresto. Y si bien es cierto que nadie es profeta en su tierra, también lo es que más vale tarde que nunca, y un Velázquez reconforta y estimula, eso desde luego. Viene a materializar el sueño de un artista con casta y generosidad, y eso es algo muy bueno. Magnífica la reciente exposición de Plensa que con el título Talking Continents ha organizado una de sus leales galerías –la parisina Lelong– en su sede neoyorkina de Chelsea. Una auténtica delicia cargada de lirismo y buen oficio. Ahora prepara una nueva exposición en el Millenium Park de Chicago, como conmemoración del décimo aniversario de la fuente Crown –una de sus piezas más icónicas– y otra en Ausburg (Alemania). Jaume Plensa A story of (missed) encounters A son of Barcelona and one of the most internationally well-known public artists, Jaume Plensa was awarded the Velázquez Prize in 2013 by the Ministry of Education, Culture and Sport in recognition of –in the jury’s words– the coherence of a career, the renovation of sculptural artistic language, impregnated with poetry, and consequently, a great aesthetic intensity. Previously, Plensa had been given with the 2013 National Graphic Art Prize and the National Art Prize (Madrid 2012). Three institutional prizes in less than a year for an artist whose work has grown at an incredible rate beyond our borders. Now his contribution is being recognized, and I am glad. Plensa is a simple and charming man of principles, whose interests are clear. His work is delicate, his language subtle and lyrical. He admits that he has on occasion abandoned his country, searching for other pastures, but really I think that it is his country that has abandoned him, something of a trend in this land noted for tackiness and a dearth of culture, where hokum and idiocy are worth more than gallantry and courage. Although nobody is a prophet in their own land, and it is better late than never, the Velázquez prize is, of course, something of a comfort and a stimulus. It is the materialization of an artist’s dream, of an artist with class and generosity, and that is something to be lauded. One of Plensa’s most loyal galleries, Lelong in Paris, organized a wonderful exhibition recently entitled Talking Continents at their New York site in Chelsea; a real delight charged with lyricism and craftsmanship. Now, a new exhibition is being prepared in Chicago’s Millennium Park in celebration of the 10 th anniversary of the Crown fountain –one of his most iconic pieces– as well as another in Augsburg (Germany). Jaume Plensa. Diálogo entre continentes/ Talking continents , 2013. Galerie Lelong, Nueva York. 136
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