PORTADAS LLEI D'ART

4 COLECCIÓN PORTADAS Hace ya más de ocho años que fundamos LLEI D’ART. El proyecto se gestó en torno a la romántica concepción de que sería bueno contar con una publicación que al margen de los mercados del arte, defendiera aspectos tan singulares y desatendidos como la inteligencia emocional, la importancia de la percepción, la experiencia estética o la búsqueda de la perfección. Era preciso hablar sin trabas aunque conscientes en todo momento de que el hecho de erigirnos en paladines de un arte al que las tendencias y las modas parecían dar la espalda, estábamos provocando la ira de las falsas deidades de los resentidos contra la belleza. Decidimos apostar por el rescate de la belleza y la estética, invocando la contemplación artística como eficaz medio de reconfortamiento espiritual, de sanación. Pensábamos, y lo seguimos haciendo, que es mucho más importante que el arte alivie a que el arte denuncie, critique o proclame, y es por ello por lo que convocamos a los sentidos para que, a través de ellos, se obtenga acceso a su goce y disfrute. A medida que íbamos sacando números, comprendíamos que el arte era una cuestión de sutileza que iba mucho más allá de una simple cuestión de comprensión o complicada lectura. Tenía mucho que ver con la sintonía entre idea y expresión, con toda una secuencia de impresiones de difícil o imposible traducción que desembocaban en el descubrimiento de la verdad de la experiencia de lo estético, o incluso de lo sublime. Con los años hemos aprendido mucho y eso ha sido sin duda alguna lo mejor que hemos conseguido. Hemos conocido a grandes artistas para quienes el arte es el medio a través del cual reconcilian razón y sentido, dando corporeidad a una ilusión, pero sin vanagloria. También hemos tenido el privilegio de entrevistar a intelectuales y profesiona- les gracias a cuyo amable acercamiento y cortesía, nuestros lectores han podido conocer algunas de sus más interesantes aseveraciones o conclusiones, tras largas trayectorias dedicadas en cuerpo y alma al arte.