LIBRO - CATÁLOGO HAITZ DE DIEGO

THE VISION - Haitz de Diego 8 Y aunque en el arte lo realmente esencial es su significado y su trascendencia, cuando la belleza aporta razones, información; cuando forma parte integrante y esencial del comunicado, es enton- ces cuando la expresión de ese arte alcanza una rotundidad extraordinaria; cuando podemos estar seguros de que estamos realmente frente a una obra maestra. La pintura de Haitz —de una gran profundidad— deambula entre luces y sombras, descifrando lo aparente para mostrar al desnudo lo que la piel de lo tangible deja traslucir, lo más íntimo que la realidad esconde. Y lo hace con una insólita fa- cilidad, porque desde el primer esbozo hasta el más imperceptible de los matices se muestran libres de polvo y paja; son simples y escuetos; concisos y contundentes. En su justa medida, sin florituras o aderezos injustificados. Algunos de sus lienzos son una suerte de filigra - na de tonos, un laborioso enjambre de gradacio- nes de color, frecuentemente monocromáticas, que crean oquedades y vacíos, espacios insinua- dos o ventanas a través de las que irrumpe la luz. Se atreve a trabajar con paletas limitadas, dejan- do que sean los matices los que tomen el control. Trabaja la luz como protagonista y como figuran - te; como fondo y como forma; como elemento re - velador del trasfondo espiritual que subyace en los elementos que componen cada una de sus creaciones, especialmente las que conforman sus más recientes colecciones, marcadas por una ejecución brillante y resoluta, habitualmente en grandes formatos, en los que la potencia del relato irrumpe en todo su esplendor. La luz ejerce en estas colecciones tanto de vícti- ma como de verdugo; inspirador espiritual devas - tador de penumbras, tinieblas y opacidades. La oscuridad es el contrapunto. El resultado es un testimonio. Y es regio. No hay juicios ni cuestionamientos, pero tampoco deja mucho margen a la duda, porque sus escenarios son certeros, apabullantes hasta el punto de la conmoción. Atmósferas densas, plúmbeas en ocasiones, que relatan historias sobre fragilida- des, sueños truncados, retazos de la memoria de lo vivido o lo imaginado. Vidas quebrantadas que ni aparecen. Sutiles alu- siones a lo que está, pero no parece estar. Es- cenarios dibujados con ausencias y presencias; espacios cubiertos de languidez, engullidos por

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